O bienvenidos. O bienvenu. U holiñas, como dirían en Bestiaplañete!
Yo no quería, me rehusaba a ser una más, una más de las tantas y tantos que ingresan al ya superpoblado mundo del "blog". Pero se ve que no fui demasiado fuerte, por que aquí me tienen. Escribiendo por primera vez en MI BLOG.
Quiero dedicarle este momento a todos ustedes, queridos amigos, que me hincharon hasta el cansancio con "¿te metiste a mi blog?". A todos los que me pusieron en su lista de contactos en el mail para que ante cada nueva cosita que le agregaban a su espacio virtual, apareciera en mi casilla un aviso. Quiero dedicarles todos los avisos que en breve les llegará y pedirles que nunca me saquen de sus contactos, porque a pesar de todo, ¡los quiero mucho!
Realmente, reconozco que al ver que la tecnología ha logrado no sólo generar armas biológicas, sino que, también ha generado la posibilidad de que cada persona del mundo tenga su espacio, aunque no pueda tocarlo, produjo en mi la necesidad (bué, necesidad, lo que se dice necesidad, no) de apropiarme de lo que era mío: ese pedacito en Internet que siempre estuvo destinado para mí.
Mi objetivo en "Más Lejos que tu Naríz" es... Digamos que le podríamos decir... Aquí intentaré... La verdad es que no sé bien qué intentaré. Para averiguarlo, van a tener que ponerme en sus favoritos (como yo hice con el Licuadillo y con Gus) o entrar de vez en cuando para chusmear qué cosas nuevas hay. Y yo les recomiendo que lo hagan, puede que se vean involucrados en narraciones, fotos, chistes, dibujos y cualquier otra forma de expresión que me permita publicar el gran Google.
Sean bienvenidos a dejar los comentarios que quieran, críticas constructivas y demás demostraciones de democracia virtual, serán aceptadas.
Los dejo por el momento, pero no por mucho tiempo.
¿Para allá? ¿De verdad? ¿Nos engañaron toda la vida diciéndonos que el infierno estaba abajo y ahora resulta que está al costado? ¡¿Mirá si alguna vez pasamos por ahí cerca?!
